Formentera es la joya más pequeña y preciosa de las islas Baleares.
Muy cerca de Ibiza, único punto de donde se puede alcanzar, es por muchos aspectos una especie de antítesis de esta isla, sobre todo por su aspecto salvaje y la impresión de paz que se respira prácticamente por todas partes. Gracias a sus litorales incontaminados y a recursos medioambientales como el parque de SesSalines, la isla ha sido declarada Patrimonio Natural por la UNESCO.
Las playas de Formentera son extraordinarias, entre las mejores de las Baleares. Sean frecuentadas como Illentes y Llevant, o más tranquilas y apartadas como Cala Saona, Playa de Migjorn y s'Espalmador, que se pude alcanzar sólo a nado o con embarcación, el candor de la arena y la transparencia del agua recuerdan el ambiente caribeño.
Los centros más interesantes que visitar son La Savina, SantFerran, SantFrancesc Xavier, Es Pilar de la Mola, con su faro sobre un acantilado y el célebre mercadillo hippie, y Es Pujols, el destino más atractivo y apreciado de la isla, donde se concentran las actividades mundanas y el entretenimiento. La vida nocturna de Formentera tiene un carácter más refinado y exclusivo comparada con las otras islas, pero no es por eso menos atrayente.
"Momentos emocionantes de ligereza, momentos de reflexión y contemplación, delante de tanta belleza y potencia."